Baile de disfraces
Uno de los acontecimientos del verano era el baile de disfraces. Nos llegamos a disfrazar de todo lo imaginable (judokas,negros,indios,etc...)
Recuerdo una vez que Miri y yo nos disfrazamos de indios para entrar en Nardo`s. Nos pusimos un pantalon vaquero y el torso desnudo (musculado, por supuesto), nos pintamos todo el pecho de simbolos extraños, nos llevó bastante tiempo. Cuando llegamos a la discoteca, el portero nos dio el alto, ¡Esto no es un disfraz!! ,nos dijo. ¿Es que no estamos bastante ridiculos? ,pensé yo.
Al final no recuerdo que pasó. Yo creo que conseguimos entrar.
En otra ocasión nos disfrazamos , unos de negros esclavos y otros del Ku Klux Klan. Hicimos una cruz enorme con dos palos. Desfilamos desde Villanueva de Carrizo a Carrizo de la Ribera (precioso paseo que habremos hecho 1000.000 de veces), cantando el "oma omamaué opa opapaué o yanee, vamos a repetirlo otra vez" (la traducción preguntarsela a Willy).
Nos paró la guardia civil por escandalo publico. Menos mal que Bolo es hombre influyente por aquellas tierras y nos sacó del atolladero. Gracias Bolo, no hubieramos resistido una noche encerrados en las celdas.
posted by huggy at 9:46 a. m.
2 Comments:
Que razón tienes como siempre Huggy, nuestros años de prácticas "nunchaqueras" se notaban en aquellos pechos tersos y morenos que nos maquilló Diana. ¿Que si entramos?, desde luego que si, lo que no se es si pagamos o ya estaban por allí Benito o el Vasco (en esa ocasión si que fué Nardo quién nos dió el paso).
Pero no fué el más sonado el de bandolero de Whilly que le quedaba clavado, ni la pareja entre el Hijo del Buta & Bolo, sino como dice Huggy el mejor disfraz y más erótico de la Ribera, el troglodita Mottawn, es igual quien fuese el maniquí, Lulu, Bola, Maria o Babé, que llamaba la atención hasta el punto de vista que un año quise ponermelo pero tal como estaba la guardia Civil de aquella, ni Motta me salvaría.
A propósito, a ver si escaneo una fotografía que tengo gracias al cartero fotógrafo de una noche de disfraces. Joer, tengo su nombre en la punta de la lengua pero tengo que irme a cenar y tragarelu.
Ahora me acuerdo del Fotógrafo-cartero, como no, Mister Mauricio, con esa cara de Bonachón y su bicicorreo de reparto.
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